...QuOd mE nUtRiT mE dEsTrUiT...

miércoles, 17 de marzo de 2010

El amor no era un oscuro instinto animal,

como en un principio lo había yo sentido;

ni era tampoco una piadosa adoración espiritual (...).

Era ambas cosas,

ambas y muchas más:

era ángel y demonio,

hombre y mujer en uno,

hombre y animal,

sumo bien y profundo mal.

Lo deseaba y lo temía;

pero estaba siempre presente,

siempre por encima de mí.

Quería tan sólo intentar vivir aquello que tendía a brotar espontáneamente de mí.

¿Por qué había de serme tan difícil?

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